Beneficios del Aikido para las mujeres

Beneficios del Aikido para las Mujeres
Beneficios del Aikido Para Las Mujeres de toda edad

Existen diversas razones por las que una mujer debería considerar el Aikido como una práctica habitual, más allá de la defensa personal. El estado físico, la comodidad con el cuerpo, el balance y equilibrio así como la postura corporal son algunas de estas razones. Aquí comentamos otras.

Mujer practicando Aikido

Aprender a caer sin dañarse

Tal vez una de las prácticas más frecuentes del aikido y lo que nos ocupa gran parte del tiempo son nuestras caídas. En el aikido aprendemos a estar alertas a nuestro equilibrio y buscar la mejor postura posible cuando lo perdemos, de forma tal que podamos minimizar el impacto y eventual daño.

Mayor sensibilidad y control sobre el cuerpo de otros (biomecánica)

En Aikido, aprendemos que la fuerza no es el principal móvil en las artes marciales. Por eso uno de los beneficios del aikido para las mujeres (y para todas las personas) es aprender a desviar, re dirigir la fuerza del oponente e identificar articulaciones, huesos, nervios y tendones para poder hacer palanca, desequilibrar y tomar control del centro y el balance del oponente. Esta práctica también sirve en el día a día, para caminar entre multitudes, mantener una distancia prudente ante otros e incluso nos ayuda a tareas como pasear mascotas, abrir puertas o cambiar los pañales de un bebé.

Mejora la postura corporal

Como en la práctica del Aikido debemos trabajar mucho con nuestro centro corporal y movernos en armonía, es necesario que nuestras espaldas estén lo más rectas posibles y mantengamos una posición vertical. Mantener los codos abajo, los hombros relajados y en buena postura son tareas que debemos reforzar y corregir con cada práctica. Esto conduce en general a una mejor postura corporal y una mayor sensibilidad respecto de nuestra postura.

Beneficios del aikido para las mujeres: la postura

Una práctica que desafía nuestra percepción, concentración, memoria y coordinación

Parte del desafío del aikido es aprender a comprender correctamente las enseñanzas de nuestro maestro. Percibir cada uno de los movimientos e intentar reproducirlos tanto por nuestro lado derecho como izquierdo. Por ello, en el aikido aprendemos a observar más. Ya que debemos ver y aprender un movimiento que está compuesto por todo el cuerpo (cabeza, hombros, brazos, torso, cadera, piernas, pies, postura) y luego ser capaces de reproducirlo tanto con nuestro lado derecho como izquierdo. El resultado es la posibilidad de mantener una mente atenta y flexible, capaz de coordinarse.

Aprendes defensa personal en un ambiente colaborativo

El Aikido es una disciplina marcial con raíces budistas. Se le ha llamado “el arte de la paz” y por lo mismo, su práctica se aleja de la competencia, confrontación y daño y propicia la superación personal. De igual forma, como es un arte marcial orientado a desequilibrios e inmovilizaciones, es de bajo impacto. Por lo mismo la práctica no incluye golpes o bloqueos más allá de por propósitos de aprendizaje.

Antiguas practicantes de Aikido en Japón aprovechando los beneficios del aikido para las mujeres

En resumen, el Aikido tiene muchos beneficios. Algunos que van más allá de la práctica y pueden trasladarse a la vida diaria. Y por su base fundamental orientada a evitar la violencia, es una disciplina adaptada a los tiempos modernos donde todas las personas, independiente de su género, edad o condición física, pueden practicar a su ritmo buscando mejorar cada día un poco más.

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